Puede parecer difícil de creer, pero hay mucha verdad detrás de la idea de que la felicidad es una elección. Aunque la genética y las circunstancias de la vida juegan un papel en tu nivel de felicidad, puedes tomar medidas para aumentar tu disfrute de la vida.
No es realista chasquear los dedos y decidir ser feliz. Pero si traes consciencia, gratitud e incluso frivolidad a tu día, es probable que te sientas más feliz.
La mayor parte de lo que determina la felicidad se debe a la personalidad y a los pensamientos y comportamientos que se pueden cambiar.
Piensa en lo que te hace feliz
Puedes aprender a ser feliz, o al menos más feliz. Pero, ¿cómo puedes hacerlo?
Tómate el tiempo para reflexionar sobre estas preguntas y encontrar maneras de aumentar tu felicidad:
- ¿Con qué podrías reconectarte que te traiga alegría, satisfacción o deleite?
- ¿Cómo podrías mantenerte enfocado en las tareas cuando la vida continúa a tu alrededor?
- ¿Cómo podrías encontrar novedad en la vida cotidiana?
- ¿Cómo sería si te pusieras a ti mismo en primer lugar en lugar de hacer de todos y todo lo demás una prioridad?
- ¿Cuándo fue la última vez que pasaste tiempo inmerso en la naturaleza?
Si has estado buscando la felicidad, la buena noticia es que tus elecciones, pensamientos y acciones pueden influir en tu nivel de felicidad. No es tan fácil como accionar un interruptor, pero puedes aumentar tu nivel de felicidad.
Pequeños pasos para aumentar la felicidad
Rodearte de personas felices. Estar cerca de personas que están contentas eleva tu propio estado de ánimo. Y al ser feliz, devuelves algo a quienes te rodean.
Comprométete a practicar la gratitud. Identifica al menos una cosa cada día que mejore tu vida. Cuando te encuentres pensando en algo ingrato, intenta sustituirlo por un pensamiento agradecido. Piensa en lo que agradeces cuando te despiertes por la mañana y antes de dormirte por la noche.
No pospongas la alegría esperando un día en que tu vida sea menos ocupada o menos estresante. Busca oportunidades para apreciar los pequeños placeres de la vida cotidiana. Enfócate en los aspectos positivos del momento presente, en lugar de pensar en el pasado o preocuparte por el futuro.
Pasar tiempo con amigos o familiares, crear una actitud de gratitud y una perspectiva optimista, enfocarte en tu propósito y vivir en el presente pueden ayudarte a dar pasos hacia ser más feliz.
El ejercicio mejora el estado de ánimo y proporciona un impulso emocional en tu día. La actividad física libera químicos en tu cerebro que pueden llevar a sentirte más feliz, más relajado y menos estresado. Puedes sentirte mejor contigo mismo cuando haces ejercicio regularmente, lo que puede mejorar la autoestima y aumentar la confianza.
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Comprométete a encontrar la felicidad en cada día.
Usa esta lista para comenzar:
- Haz una lista de actividades que solías disfrutar pero que has dejado de lado en los últimos años.
- Elige una para reconectar y dedica al menos dos semanas a ella. Ve si esta actividad te hace más feliz y considera volver a hacer tiempo para ella.
- Pasa al menos 10 minutos al día afuera.
- Presta atención a los árboles, la hierba, el agua, la brisa o cualquier otra cosa que te rodee.
- Considera las cosas que te han hecho feliz e infeliz en el pasado.
- Haz una lista y deja que te ayude a guiar tu camino hacia la felicidad.
Conclusión
Para concluir, recuerda siempre que la felicidad es una elección diaria. Como dijo Aristóteles, «La felicidad depende de nosotros mismos.» Es fundamental que cada día tomemos decisiones que nos acerquen a un estado de bienestar y satisfacción personal.
Primero, rodéate de personas que irradien felicidad. «La alegría compartida es doble alegría,» dijo el filósofo alemán Lessing. Al estar en compañía de personas felices, tu propia felicidad se multiplicará, creando un ciclo positivo que beneficia a todos a tu alrededor.
Segundo, nunca subestimes el poder de la gratitud. Como Oprah Winfrey sabiamente afirmó, «Se agradecido por lo que tienes; terminarás teniendo más. Si te concentras en lo que no tienes, nunca tendrás suficiente.» Agradecer lo que tenemos nos ayuda a ver la vida desde una perspectiva más positiva y plena.
Tercero, vive en el presente y aprecia los pequeños momentos. «La felicidad no es algo que pospones para el futuro; es algo que diseñas para el presente,» dijo Jim Rohn. Disfruta de los detalles cotidianos y permite que te llenen de alegría, sin preocuparte por lo que vendrá después.
Cuarto, no olvides la importancia de cuidar tu cuerpo. «El ejercicio no solo cambia tu cuerpo, cambia tu mente, tu actitud y tu estado de ánimo,» afirmó el autor anónimo. La actividad física regular puede ser una fuente poderosa de felicidad, mejorando tanto tu salud física como mental.
Finalmente, comprométete a redescubrir actividades que te apasionen. Como dijo el célebre escritor Mark Twain, «Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naces y el día en que descubres por qué.» Reconectar con lo que amas hacer no solo te llenará de alegría, sino que también te dará un propósito renovado en la vida.
En resumen, la felicidad está en tus manos. Con cada elección, pensamiento y acción, puedes acercarte más a una vida plena y satisfactoria. ¡Empieza hoy mismo y crea tu propia felicidad!