Los 2 libros de motivación que te recomendamos para este mes:
Palabras de Aliento para una Persona Enferma Cristianas
- «El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz.» – Números 6:24-26
- «El Señor da fuerza a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con paz.» – Salmo 29:11
- «Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.» – Proverbios 3:5-6
- «El Señor está cerca de los quebrantados de corazón; él rescata a los de espíritu destrozado.» – Salmo 34:18
- «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.» – Juan 14:1
- «Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.» – Salmo 73:26
- «Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.» – Salmo 147:3
Conclusión
«El Señor es mi pastor; nada me faltará.» — Salmo 23:1
Concluimos este recorrido por las frases cristianas para animar a una persona enferma con la certeza de que la fe puede ser un refugio poderoso en tiempos de enfermedad. Recordemos siempre que Dios es nuestro guía y protector, y en Él podemos encontrar el consuelo necesario para enfrentar cualquier dificultad. La fe en Dios es una fuente inagotable de fortaleza y esperanza.
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.» — Mateo 11:28. Que estas palabras sirvan como un recordatorio constante de que, en los momentos más oscuros, podemos acudir a Dios en busca de alivio y paz. Su amor es inmenso y su apoyo, incondicional.
«La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.» — Hebreos 11:1. Animemos a nuestros seres queridos a mantener una fe firme y constante, incluso cuando la situación parezca insuperable. La confianza en Dios nos ayuda a superar cualquier adversidad con un corazón lleno de esperanza.
«Y el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.» — 1 Pedro 5:10. Que estas palabras nos inspiren a ver la enfermedad no como un fin, sino como un proceso que, con la ayuda de Dios, nos fortalecerá y perfeccionará.
«Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» — Salmo 46:1. En cada batalla contra la enfermedad, podemos encontrar refugio y fuerza en la presencia de Dios. Su auxilio es inmediato y su amor, inquebrantable.
Confiar en Dios nos permite enfrentar las pruebas con valor y esperanza, sabiendo que nunca estamos solos. Estas frases cristianas no solo brindan ánimo, sino que también reafirman la presencia constante de Dios en nuestras vidas, dándonos la certeza de que, con fe, podemos superar cualquier adversidad.